miércoles, 26 de mayo de 2021

DIA DE LUTO

 Gye, 22 de mayo 2021 a las 4 am de la madrugada, te fuistes, sin decirme adiós, para nunca mas volver, solo quedan tus gratos recuerdos, vividos y disfrutados.

Esta es una historia antigua, que empezó cuando era una joven, llena de ilusiones, y disfrutaba la vida, sonriendo, creyendo haber encontrado  mi príncipe azul, el mismo  era para mi, un hombre muy guapo, como yo lo había visto en mis sueños de adolescente. 


                        


Desde el primer instante que nuestras miradas se cruzaron, quedamos flechados, al menos yo así lo creí. Jamás  imaginé  a mi Príncipe enamorarse  de mí, yo con mi clásica baja auto-estima, siempre pensé no ser amada, y así lo seguí creyendo, luego la vida me llevó por otros rumbos desconocidos,  era un bosque tenebroso, del cual no podía encontrar la salida, estaba atada, con cuerdas de acero virtual, las cuales no me dejaban  avanzar.

                    




        Ahora en la tibieza de mi habitación, pienso largamente, he tenido   un corazón demasiado grande, para amar a varias personas, tales como dos (maridos), cada uno con sus virtudes y defectos logrando cambiar mi vida y mi destino.

                Así de fea me sentía.



Siempre creí que Saulo de Tarso, sería el primero en partir de este mundo, y cuan equivocada yo estaba, pues el primero en irse fue mi Príncipe Azul Romario. Han pasado 4 días y parece que recién llega a mi cerebro la infausta noticia, y me siento triste y llorando en la soledad de mi cuarto, los gratos momentos  vividos, los cuales yo sabía ciertamente  nunca serían muchos, por cuanto el era un ser ajeno a mi, a mi vida y a mis intereses, él también lo sabía, pero quería liberarse de las ataduras virtuales que lo mantenían en un hogar que solo era una pantalla, una apariencia, para que la gente crea y piensa que él era muy feliz,  muchas veces me contaba como era su triste vida, en una cárcel sin rejas, de la cual era imposible liberarse.

            





Por fin se liberó y cuando lo pudo hacer, nada ni nadie pudo detener su raudo vuelo hacia la libertad. 

            





            





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