Gye, 07 de marzo 2022
Eran las 22h30, cuando entró una llamada, y recibo la noticia que mi amiga SOY CELOSA, acaba de pasar a mejor vida, me dio tristeza, pero al mismo tiempo, esta pena, la enrumbé por la vía de un alivio, para mi amiga, por cuanto ella sufría muchas dolencias, las cuales, no la dejaban ni de día ni de noche.
Soy Celosa, se enamoró de Ciego, desde el primer instante de conocerlo, no dejó de amarlo ni un solo instante de su vida, su honorable familia, no le perdonó esta audacia, y la amargura era parte cotidiana de su vida.
Le entregó a Ciego, su belleza, juventud, joyas, dinero, le daba todo absolutamente para mantenerlo contento junto a ella, pero esta felicidad duraba hasta que la plata se acaba, y en el transcurso de los años, se volvió una rutina de constantes peleas reconciliaciones maratónicas.
la vida seguía su curso, finalmente la vejez, fue agarrando todo su cuerpo y dejarla como alguien desconocido para quienes la conocimos en su apogeo.
Lenta e inexorablemente Soy Celosa, iba perdiendo lozanía, y hasta su carácter se agriaba, se hizo hipocondriaca, aunque no se si ya lo era, pero tenía en su casa, una alacena llena de medicinas, las cuales semanalmente retiraba en el IESS, para aliviar sus dolencias.
Extraño cuando iba a visitarla, me recibía con júbilo, me decía que estaba guapa y mi nombre era kbrita, lo cual me llenaba de alegría, ella fue una de las pocas personas llamándome así. Trataba de llevarle alegría, aunque sea un poco, sentía su vida triste se alegraba.
El día de su velorio, fui con una amiga, estuve frente a su cadáver, su cara reflejaba tranquilidad, paz, la cual solo la muerte puede darnos.
No podía dejar de ir una última vez y darle un adiós. La sala de Velación, estaba casi llena, lo cual me resultó paradójico, porque nunca vi en su casa nadie de estas personas excepto unas dos del centenar, y me dije a mi misma, ha sido muy querida, por eso la han venido a despedir, aunque cuando estaba viva, soledad era su compañera.
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