QUERIDO DIARIO:
Ayer, 2 de marzo de 2021, observé un inusual movimiento, de personas, las cuales subían y bajaban, con fundas, pero no pensé, se trataba de algún inquilino cambiándose, al otro día verifico sobre el asunto, y me dicen: PUTATIVO, se ha marchado.
Putativo, fue mi vecino
por mucho tiempo, siempre lo traté con un cariño especial y lo mismo recibí de
él, pero me ha consternado la forma en que se ha ido:
1.- Sin decir adiós.
2.- Decir gracias o talvez no había nada que agradecer.
3.- La inmundicia del
Aposento era una lástima, basura por doquier, se notaba el coraje que sentía al
dejar el cuarto, una gran rabia, contra quién? No lo sé, las cosas hablan por
sí mismas, sin necesidad de pronunciar ninguna palabra, se siente la furia y el
enojo de esta persona, la cual en algún momento llamé hijo.
Lo mas notable en el ambiente flotaba por doquier una amargura sin límites.
4.- Estoy en una
disyuntiva, quisiera decirle algo, pero estoy buscando las palabras adecuadas
para la situación.
5.- Cuando se alquila
una habitación, se entrega impecablemente limpia, y así mismo debe de
recibirse, pero la inmundicia dejada en ella, reflejaba odio furibundo.
6.- Nunca se le cobró
por el garaje, 1 año lavé su ropa sin cobrarle un centavo, y a cambio recibo odio.
7.- De todas
maneras agradezco por el tiempo compartido en casa, espero en algún momento me pueda disculpar si cometí algún error le hubiese perjudicado. Pero estoy segura que con mi silencio digo todo.
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