es el nombre adecuado para este relato, de pronto se me ocurrió, últimamente, he dejado de lado escribir, la razón ni yo misma la sé, a veces se me va la inspiración. En este enero 2021 arribó desde el vecino país Perú, una de mis hijas, la cual esperábamos con mucha alegría, tanto sus hijos, yo y sus hermanas.
Antes de venir, nueras, hijos, hermanas y yo, le sugeríamos se vaya poniendo metas, para cuando ya estuviera acá, se le hiciera mas fácil, su cambio de domicilio, todo esto era aceptado con un si, pero al parecer yo era la mas alegre por su venida, lo tomé como algo definitivo, por lo cual, una y otra vez, me recrimino, no termino de conocer a la gente, o talvez sería, ESPERO DEMASIADO DE LA GENTE, y la desilusión, ha hecho que me sienta muy triste respecto a ella.
No observo ninguna meta, ni a mediano, ni a largo plazo, no veo ningún cambio para su beneficio, en fin no percibo nada de querer algo mejor para ella y su pequeño vástago.
En un momento dado ella me dijo, yo he venido a Ecuador, es a P E N S A R, no he venido a TRABAJAR, por tal razón no aceptó ningún trabajo.
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