lunes, 5 de febrero de 2018

Plátano quemado

El día sábado 04 febrero 2018, tuvimos una reunión espectacular entre los familiares más cercanos, nos sentimos muy contentos, llenos de energía positiva, lo cual se notaba en los rostros de todos y cada uno de los allí presentes.

Uno de los gestores de esta reunión fue mi querido hermano Franklin D.Roosevelt, quien esta de visita en nuestra   Patria, y el nos hizo entrega de una hermosa  carta  redactada por él, la cual tuvimos el honor de leerla a todos los presentes, trae un mensaje profundo de amor y en esa época no podíamos desechar un alimento así estuviera quemado, porque no había más.

RECUERDOS DE F.D.ROOSEVELT DE SU NIÑEZ HACE MAS DE 60 AÑOS 
Recuerdo de mis viejos días de muchacho, cuando vivía con mis padres y mis hermanos, a mi mami le gustaba hacer: desayuno, almuerzo y merienda.

Una  noche,  la cena  consistía de, fréjoles, arroz, ensalada y plátano quemado, cuando mi padre llegó a la mesa y vió los alimentos, se acercó a mi madre, empezó a untarle mantequilla y queso al plátano quemado. Y no dijo nada,  se lo comió y se levantó de la mesa.

Escuché a mi madre, darles las disculpas a mi padre, por el plátano quemado. Yo F.D.Roosevelt, nunca voy a olvidar lo que mi padre le dijo a mi madre: TRANQUILA FLAQUITA TRANQUILA, ME ENCANTA EL PLATANO QUEMADO. Cuando me despedí de mi padre le pregunté si a el le gustaba el plátano quemado?

Me abrazó y dijo: Tu mamá tuvo un día muy duro, está muy cansada, además un plátano un poco quemado no le hace daño a nadie, la vida está llena de cosas imperfectas, yo no soy el mejor en casi nada, me olvido de los cumpleaños, buenos modales, tirándome pedos, esto es lo que manifestó mi padre.

No teníamos alternativa y aprendimos a ser optimistas, y he aprendido con los años, aceptar los defectos de cada uno de nosotros,  olvidar las diferencias con los demás y así crear una relación sana y verdadera donde un plátano quemado o un pedo, no van a romper mi corazón.




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