Wednesday 28 de Octubre 2020
PORTADA
A lo largo de mi vida, me he dejado influenciar por las apariencias. Ejemplos: Portada de un libro, Gente por su apariencia, belleza externa y otras cosas, las cuales iré recordando poco a poco.
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PORTADA DE UN LIBRO: Siempre me ha gustado observar la Portada, de cualquier libro que cruce en mi vida, y muchos de lo cuales, me han llamado la atención, pero también, han resultado engañosos, en los albores de mi vida cuando empezaba a tomar el gusto por la lectura, llegó un libro, el cual por su título, la verdad no me llamó la atención, y de su empaque transparente, jamás, quise sacarlo, muchas veces lo encontraba tirado, en cualquier cartón, lo miraba desdeñosamente él seguía esperando que yo me dignara aunque sea darle una hojeada.
Su título: COMO GANAR AMIGOS E INFLUENCIAR EN ELLOS, de Dale Carnegie, en, cuanto leí el título, lo juzgué apresuradamente como algo superfluo, y que no era para mi. En el cenit de mi vida, solo por pasar el tiempo, me dije a mi misma: Mira Kbrita, nunca has querido hojear este libro, hazlo solo por un rato a ver que pasa.
El audio dura 6 horas 53 minutos y 25 segundos, al empezar escuchar, me fue gustando, y tanto me agradó que lo he escuchado siquiera una docena de veces, recién entendí la frase : EL HABITO NO HACE AL MONJE.
Escuchando el audio, me daba cuenta, haber tenido un tesoro en mis manos e irracionalmente lo había despreciado, no pude contener lágrimas, por haber perdido la oportunidad, de aprender muchas cosas, que en mi azarosa y frustrada vida, de muchachita soñadora, hubiera aprendido, aunque me duela reconocer, no puedo seguir lamentándome, por este craso error cometido en mi vida.
Este libro me dejó enseñanzas, no por su contenido, sino por el hecho de haberlo tenido tanto tiempo en mi alrededor y no haberme dignado leerlo. Y aquí empecé a ir cambiando mi opinión con respecto a las PORTADAS.
También tengo otra de PORTADA, me sucedió cuando a mi manos llegó un pequeño libro el cual no me acuerdo su título, era una recopilación de cuentos cortos, aunque a mi si me gustan los cuentos cortos, no le presté atención y así mismo, le dejé por ahí.
En su Portada, se observaba personas jugando billar, siluetas alargadas, vestidas con smoking, un paraguas, caras de expresión alegre y cínica y por esas figuras, nuevamente desprecié esta maravilla de pequeño compendio de cuentos. Un día estaba un poco aburrida, y me entraron ganas de abrir este pequeño libro, y poco a poco, iba metiéndome en ellos, porque era tal la maestría de sus autores que no pude dejar de leer hasta terminar, el único Cuento que me acuerdo se titulaba "LA GATA LILIAM",
que belleza de cuento, tanto así que nunca me he olvidado de él. Había uno de un Tigre, historias de gente común que se leían grandiosas. He buscado de mil maneras este libro, pero como no tengo ninguno de los autores, la búsqueda ha resultado infructuosa.
Domingo 25 de Octubre 2020
Este mes he dejado de escribir, estaba pensando, se me habían agotado los temas, y todo era muy redundante, por lo cual opté por dejar a un lado el asunto y hacer otras cosas.
He empezado con un RETO FILOSÓFICO, muy particular, el cual ha tenido un rotundo éxito, a varias personas de mi entorno familiar, les propuse que se adhieran al mismo, y ya van como 16 que lo han culminado, y están muy agradecidos por haber visto un cambio positivo en su diario vivir.
27 SEPTIEMBRE 2020
Alrededor del medio día, salí al Malecón, junto con los dos pupilos, y con una amiga muy querida Mary Louisy, caminamos un buen rato a lo largo del Malecón 2000, estábamos muy contentos todos, nos servimos un suculento almuerzo.
Me sentía melancólica, sin ánimo de salir, pero me animé a hacerlo, y no me arrepiento, pues sentí la brisa del hermoso rio Guayas, inundaba todo mi ser, la gente paseando, niños jugando, mis alumnos muy contentos, me sentí renovada con eso.
Cuando finalizamos nuestro paseo, tomamos un taxi, el chofer, amable y educado, carro bien limpio, con A/C, regateamos el costo de la carrera, pero el taxista me dijo "al final de la carrera usted me va a dar lo del regateo", y efectivamente, en todo el trayecto conversamos, reímos, a la mitad del camino pensé, el señor se merece lo requerido por la carrera y se lo voy a dar. Cuando llegamos le pagué lo pedido y muy contento dijo, la convencí, pero yo le dije, lo que me persuadió fue su forma de tratar a la clientela.